Características y cuidados de la preñez y parto de la perra
Determinar con exactitud la duración de la gestación en la perra resulta difícil ya que por una parte, existe una variación importante en el tiempo de ovulación , como también del largo del celo en esta especie. Por otra parte, normalmente, suceden varias montas durante este período y los espermatozoides del perro se caracterizan por tener una sobrevida prolongada en el tracto reproductivo de la hembra.
Tradicionalmente, se ha considerado como período gestacional, desde el momento del primer servicio hasta el parto, lo que se ha estimado en alrededor de 63 - 65 días. Sin embargo. este cálculo no es muy exacto ya que existe un rango potencial de 56 a 72 días si se considera la fecha de la primera monta como día inicial de gestación.
En el rango de tiempo gestacional también influyen otros factores como la raza de la perra, generalmente las razas grandes tienden a tener un tiempo de preñez más corto, 55 a 57 días, mientras que perras de razas más pequeñas tienden a tener príodos gestacionales mayores. Esto se relaciona también con el tamaño de camada puesto que las perras de razas grandes tienen un tamaño de camada mayor que aquellas de razas chicas.
Diagnóstico de gestación:
Clínico: lo realiza el médico veterinario por medio de palpación abdominal, entre los días 20 y 30 de gestación. En estado de preñez el útero está más grande y pueden palparse los fetos individualmente. El diagnóstico clínico es más difícil de realizar en una hembra con sobrepeso como también en una hembra excesivamente nerviosa.
Radiográfico: utilizar la evaluación radiográfica para detectar preñez, es una alternativa diagnóstica sólo a partir de los 42 días de gestación; cuando ya se ha calcificado el esqueleto de los fetos. Es útil en determinar el número exacto de cachorros (se cuenta el número de cráneos). Pero no indica si los cachorros son viables. También puede ser útil para predecir dificultades al partp (distocia).
Ecográfico: debería considerarse como el método de elección para un adecuado diagnóstico de preñéz, como también de control de esta misma. El ultrasonido reconoce formas fetales antes del día 20 de gestación. Los latidos cardiacos se pueden distinguir mejor a los 25 días. Este método sirve para descartar patologías uterinas.
Los análisis hormonales no se utilizan de rutina ya que las concentraciones de las hormonas reproductivas no son significativamente diferentes entre el periodo diestral de una hembra no gestante de aquella en gestación.
Cuidados durante la preñez
Durante el período de gestación, es importante administrar a la perra una dieta balanceada rica en proteínas, y en los últimos 20 días de gestación darle suplementos vitamínicos y calcio. Existen preparados comerciales para esta etapa fisiológica que aportan los nutrientes adecuados, lo más importante en este caso es regular la cantidad para evitar perras gordas que puedan tener dificultad posteriormente al momento del parto.
Durante el período de gestación, es importante administrar a la perra una dieta balanceada rica en proteínas, y en los últimos 20 días de gestación darle suplementos vitamínicos y calcio. Existen preparados comerciales para esta etapa fisiológica que aportan los nutrientes adecuados, lo más importante en este caso es regular la cantidad para evitar perras gordas que puedan tener dificultad posteriormente al momento del parto.
En la perra gestante se recomienda realizar exámenes rutinarios el día 35 al 45, para proporcionar oportunamente indicaciones respecto a la dieta, suplementos, ejercicios, etc.
Hacia fines de la gestación, 7 a 14 días antes de la fecha estimada de parto, se debe proporcionar a la perra un lugar adecuado para parir. Una caja de tamaño apropiado, suficiente para que la perra esté cómoda con sus cachorros y de alto suficiente para que los perritos no salgan de ella fácilmente. Es importante que la hembra reconozca este lugar y se acostumbre a el antes del nacimiento de sus cachorros.
Parto
Lo anterior porque se ha observado que la temperatura normal de una perra gestante varía entre 38.5-39° C. Se debe llevar un registro diario de la temperatura rectal a partir del día 45 ( c/12 hrs).
Veinticuatro a diez horas antes del parto la temperatura rectal de la perra disminuye aproximadamente un grado; esto se debe a que la progesterona, hormona encargada de mantener la preñez y que se caracteriza por ser termogénica, baja sus concentraciones catorce a diez horas antes.Por lo tanto una forma de constatar un parto inminente es esta caída en la temperatura del animal.
Lo anterior porque se ha observado que la temperatura normal de una perra gestante varía entre 38.5-39° C. Se debe llevar un registro diario de la temperatura rectal a partir del día 45 ( c/12 hrs).
Veinticuatro a diez horas antes del parto la temperatura rectal de la perra disminuye aproximadamente un grado; esto se debe a que la progesterona, hormona encargada de mantener la preñez y que se caracteriza por ser termogénica, baja sus concentraciones catorce a diez horas antes.Por lo tanto una forma de constatar un parto inminente es esta caída en la temperatura del animal.
El proceso de parto se ha podido dividir en la perra en tres etapas, con características fácilmente distinguibles entre sí y con tiempos determinados que ayudan a identificar problemas que requieran la intervención de un veterinario.
- Primera etapa: Comienza con el inicio de las contracciones uterinas y termina con el cuello del útero o cervix, completamente dilatado. Las contracciones uterinas no comprometen la musculatura abdominal, por tal motivo no son perceptibles externamente, salvo que se haga un registro de ellas. Esta primera etapa dura aproximadamente 6 a 12 horas, llegando incluso hasta 24 horas en caso de perras generalmente primerizas. Normalmente la perra se presenta nerviosa y no come, algunas empiezan a hacer nido y buscar un lugar apartado y tranquilo para parir.
- Segunda etapa: la segunda etapa comienza con la dilatación plena del cuello uterino y termina con la expulsión del neonato. Esta fase es variable pero tiene una duración promedio de 10 a 30 minutos. Más de 60 minutos puede indicar problemas
- Tercera etapa: se inicia con el nacimiento del neonato y termina con la expulsión de la placenta. Las placentas salen aproximadamente 5 a 15 minutos después del nacimiento de cada cachorro. Ocasionalmente, se pueden eliminar dos placentas juntas después del parto de dos cachorros.
Las perras multíparas van alternando la etapa dos y tres. En ambas fases las contracciones son visibles externamente por un compromiso importante de la prensa abdominal. A veces cuando hay camadas numerosas, la perra toma un descanso luego de haber parido a algunos cachorros, para continuar posteriormente con el resto. Este descanso no debería superar las 4 horas.
El tiempo total entre estas dos últimas fases es altamente variable, pero no debería exceder las 36 horas.
La hembra lame a sus cachorros recién nacidos para limpiarlos de las membranas fetales y estimular la respiración, dentro de los primeros 3 minutos Si esto no ocurriera, hay que ayudar al neonato frotándolo vigorosamente con papel absorbente. Algunas perras suelen comerse las placentas, sin embargo, este hecho no implica ningún beneficio adicional para la madre.
Generalmente, la misma perra corta el cordón umbilical con los dientes, si no lo hace la persona que asiste puede intervenir, pinzándolo en ambos extremos y luego cortándolo. Es necesario aplicar en la zona cortada algún desinfectante como povidona yodada. Los cachorros deben permanecer con su madre excepto que esta presente algún problema. En tal caso, las crias requerirán alimentación y cuidados especiales.
Involución uterina
Después del parto el útero entra en una etapa de reparación fisiológica, denominada involución uterina, donde se eliminan fluidos sanguinolentos y detritus celulars o loquias. La cantidad de loquias eliminadas y tiempo de involución es variable. Si se eliminan pequeñas cantidades este período involutivo puede durar hasta 8 semanas después del parto. El amamantamiento de los cachorros estimula una mejor y más pronta involución del útero, debido a estímulos hormonales.
Distocias
Si el parto presenta problemas, estamos en presencia de un parto distócico. La distocia se define como la dificultad para parir o la incapacidad de expulsar el feto desde el útero a través del canal pélvico. Este problema no es raro en las perras, sin embargo, no siempre será necesaria la intervención veterinaria. Los factores determinantes de distocia pueden tener su origen tanto en la madre como en el feto:
Distocias de origen materno:
- Problemas uterinos: Dentro de estos está la inercia uterina primaria, falla en la musculatura uterina para comenzar las contracciones. Esta alteración puede ser total o parcialy su solución es la cesárea. También puede ocurrir inercia uterina secundaria debido a cansancio del miometrio. Este tipo de distocia responde normalmente bien a los tratamientos medicamentosos. Más raro, son los problemas de torción uterina, que puede comprometer uno o ambos cuernos.
- Alteraciones pélvicas: canal del parto demasiado estrecho, esto puede deberse a problemas hereditarios, como también adquiridos, como por ejemplo fracturas. Estas distocias generalmente requieren intervención quirúrgica.
- Problemas vaginales: pueden deberse a vaginas demasiado estrechas o con estructuras anómalas en ellos. También este tipo de problemas requiere cirugía.
Distocias de origen fetal:
- Fetos muy grandes, esto especialmente en gestaciones de feto único.- Presentaciones anormales- Malformaciones (teratos)- Muerte fetal
Diagnóstico de Distocia
Con los antecedentes de una gestación prolongada, fuertes contracciones sin expulsión, tiempo muy prolongado desde el nacimiento del primer cachorro, dolor exagerado, se puede diagnosticar distocias. Para el diagnóstico más certero se debe examinar clínicamente a la perra mediante palpación abdominal, examen digital y visualización vaginal. Si el examen clínico no evidencia una alteración específica, es necesario realizar radiografías o ecografías.
Con los antecedentes de una gestación prolongada, fuertes contracciones sin expulsión, tiempo muy prolongado desde el nacimiento del primer cachorro, dolor exagerado, se puede diagnosticar distocias. Para el diagnóstico más certero se debe examinar clínicamente a la perra mediante palpación abdominal, examen digital y visualización vaginal. Si el examen clínico no evidencia una alteración específica, es necesario realizar radiografías o ecografías.
Tratamiento
El tratamiento lo determinará el médico veterinario de acuerdo a cada caso. Este puede ir desde la administración de un tranquilizante en casos de perras muy nerviosas hasta la operación cesárea.
- Terapia medicamentosa: si se ha diagnosticado inercia uterina secundaria, y estando ciertos que no existen otros problemas como presentaciones anormales, obstrucciones, malformaciones, etc, se realiza la inducción del parto con drogas que estimulan las contracciones uterinas.
- Tracción manual:sólo cuando hay cachorros en el canal del parto. El objetivo es reubicar al cachorro en posición correcta para su expulsión.
- Cesarea: las indicaciones para cesárea se basan en problemas como: inercia uterina primaria, obstrucciones pélvicas, fetos muy grandes, obstrucciones en el canal del parto, muerte fetal en el útero o en problemas específicos de la madre.
Hay que considerar que los problemas al parto o distocias , pueden predisponer a otros problemas posteriores que pueden alterar su fertilidad posterior o incluso comprometer la salud general de la perra. Por ello, a pesar que la mayoría de las perras puede parir sin ayudas externas, es importante brindarles cuidados durante la gestación y al parto para evitar así complicaciones futuras.
De los Reyes, Mónica. Características y cuidados de la preñez y parto de la perra. TECNO VET: Año 5 N°1, marzo 1999
http://www.tecnovet.uchile.cl/CDA/tecnovet_articulo/0,1409,SCID%253D9667%2526ISID%253D459,00.html
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